que al piano, Natalí, enseña a nuestros más inquietos integrantes. Rodean el edificio las hojas altivas de un coro de alconornoques centenarios.
Un "pi a no, pia ní simo , e cco ci qua": "Despacio, muy despacio, estamos aquí"
suspira en golpes de voz mezclándose con el cauce rojo de los árboles desprendidos
de su corteza.
El conde de Almaviva escondido bajo el ropaje de un soldado ha contratado a un grupo de cantores con el fin de conquistar el corazón de la prometida de Bartolo, para ello cuenta con los servicios de un buscavidas "Fiorello".
"El hambre aviva el ingenio que diría Cervantes"

Natalí se ha desplazado desde Madrid junto a su marido y uno de sus hijos para impartir
este curso, cuenta con una larga trayectoria como pianista y profesora a sus espaldas.
Despierta el sentido del ritmo, el interés por la música,
y transmite su entusiasmo en un sólo gesto:
La sonrisa que emana mientras da el tono a los más pequeños.
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