martes, 24 de agosto de 2010

No sólo pondremos la voz también elaboramos los decorados


¡¡Yuju!!

Las afanosas caras de los participantes denotan el nivel de concentración que esta actividad nos procura. Las manos se deslizan de un lado a otro del papel con cada particular versión de cómo es el balcón desde dónde saldra Rossina a escuchar la serenata  que su supuesto soldado enamorado habrá de dedicarle ( en realidad el conde de Almaviva).  


Alba Barredo nos pone en tesitura con técnicas de dibujo, partimos de algo tan básico como el punto  en arte para luego explorar la línea, planos y texturas ...

Un detalle: cuando la gente pinta canta al mismo tiempo, hemos dado un repaso a los albumes de música de la época  de  la parrala hasta la actualidad. Nuestro grupo lo conforman aficionados a la ópera como es el caso de Javier, uno de nuestros mayores -en edad- integrantes del grupo,  a gente como yo  que nunca ha dicho ¡Ay!  con intención de sostenerlo. Otros como nuestro grupo infantil. Voces aterciopeladas, promesas de gracia y donaire sobre el escenario, espontaneidad que con esta incursión comprueban que la magia se encuentra en el interior de cada uno y se debe proyectar.

 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cántame, te escucho.