Yo canto y tu me miras, interpretamos los coros en italiano, nuestros gestos hablan por si sólos.
Después de contratarnos para tocar bajo el balcón de Rosina, Fiorello, el criado del conde de Almaviva nos paga :
-Mille grazie-, le decimos.
El nos pide que no metamos ruido, que no hablemos:
-Piano, pianisimo, senza parlar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cántame, te escucho.