El momento de vestirse discurre como un silbido que se escurre de los labios,
sutil y efímero ...
finaliza.
... de todas las edades y colores ... se comparte un esfuerzo por una meta común
¿Dónde se van nuestros ojos cuando estamos concentrados?
¿Los apagamos, cerramos el objetivo para añadir ese treinta por ciento de recursos del cerebro que consume la vista y así acentuar el resto de nuestros sentidos?
Cuando vuelco mi mirada en la cámara siento que el mundo puede expresarse desde muchos ámbitos distintos. A veces ejerce de escudo para permitir actuar a la timidez con el desparpajo de un mirón. Otras tengo la certeza de penetrar en la intimidad de los demás desde un momento/ sin tiempo, como una privilegiada.
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