Preparaos porque tenemos un sexteto de lo más afinado, con una Rosina arriscaína y espabilá, con un conde de Almaviva al que en el porte no se le descifra la intención - ladrón de corazones- y un Fígaro ¡Fígaro! ¡Fígaro! que por la bolsa pela al que sea preciso.
¿Qué os parece el decorado?
Lo realmente especial de este proyecto ha sido abordar algo como una ópera
por un pequeño y vivaracho municipio en las Villuercas (Cáceres)
agrupando en él desde niños de tres años a sus abuelos.
¡Nuestra concepción de la música ha variado tanto en estos once días!
la percepción de nosotros mismos como artistas y nuestras posibilidades se encuentran a años luz
de las personas que el día 17 -nuestro primer día de clase-, conocíamos.
¡¡Magnífico!!
ResponderEliminarÁnimo y suerte. Ahora toca que disfruten los espectadores, que vosotros ya os lo habéis pasado realmente bien.
Un abrazo,
Ramón